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El plano cinematográfico

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El plano cinematográfico, también denominado en ocasiones como el cuadro o la toma, es sin duda el elemento sintáctico básico mediante el cual se estructura el lenguaje cinematográfico. Es en esencia el fragmento mínimo e indivisible a través del cual el cineasta construye y da forma a la frase cinematográfica.

A grandes rasgos podemos identificar al plano como aquella porción del relato fílmico que se ubica entre dos cortes: la toma o plano que lo antecede y el plano inmediato que lo precede en yuxtaposición.

Un plano es el flujo ininterrumpido de imágenes y acciones contenidas en un solo fragmento fílmico sin ruptura temporal.

Su función estructural consiste en construir, fragmento a fragmento, plano a plano, la escena narrativa que se desprende del guión, otorgando un significado específico a un momento en particular de dicha escena.

La decisión sobre que tipo de plano habrá de emplearse en la narración de una escena, ya sea la relación de su tamaño con base en la escala humana -también conocida como escala de planos-; ya sea su duración total dentro de la escena filmada; o sea su movimiento en relación al uso de la cámara; deberá de haber sido prevista desde la realización del guión técnico.

El guión técnico o shooting script es la herramienta principal con la que cuenta el Director de Cine para planear con anticipación el tipo de planos con los que se desarrollará una secuencia del guión y la cantidad de fragmentos en la que su estructura narrativa estará dividida.

El guión técnico es el primer paso para definir el montaje final de la película, es decir su estructura narrativa en imágenes.

La selección de uno u otro tipo de plano es la decisión principal que el Director deberá tomar para proveer de significado el relato visual. Su empleo determina no solo la fuerza de la narración, sino también el estilo propio del realizador, logrando en ocasiones convertirse en su firma personal.

Los planos pueden ser tan diversos en su forma y cantidad como el cineasta lo establezca y estarán sujetos principalmente a las necesidades narrativas del relato fílmico. Por ello, decidir el uso entre uno u otro plano debe considerar las implicaciones estructurales tanto como las implicaciones en el ritmo del relato.

La duración de un plano incide en la percepción del espectador con respecto al tiempo en el cual transcurre el relato fílmico. El ritmo interno del montaje se propicia con la acción contenida dentro de un plano, mientras que el ritmo externo lo determina su duración.


La relación que guardan las acciones contenidas dentro de un plano y la duración del mismo plano generan la base sobre la cual se cimienta el ritmo en el montaje fílmico: la combinación entre el ritmo interno y el ritmo externo.

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