Gran parte de la eficacia para que un actor consiga crear a su personaje recae en la caracterización. Nos referimos a la necesidad de recurrir al uso de elementos externos para lograr construir la ilusión en el espectador de encontrarse en presencia de una persona tridimensional, emanada de la historia cinematográfica.
La caracterización de un personaje puede apoyarse en muy diversas técnicas con una enorme gama de posibilidades. Pero más allá de las habilidades histriónicas del actor o de las herramientas actorales que utilice durante la interpretación, para la creación del personaje siempre podrá hacer uso de elementos básicos para transformar su apariencia física, principalmente mediante el uso del maquillaje y del peinado.
Como parte de la Dirección de Arte, será indispensable investigar, diseñar, planear y ejecutar la caracterización visual de cada uno de los personajes descritos en el guión original, de tal forma que al integrar el equipo que se encargará del maquillaje y los peinados, tengan todos los referentes visuales necesarios para obtener el resultado óptimo.
El pelo y particularmente el peinado, denotan inmediatamente características en la personalidad y el carácter de un personaje, así como el contexto temporal y socioeconómico que rodean a la historia.
Para cada personaje debe crearse un diseño de peinado de acuerdo con las características del actor, pero principalmente, de acuerdo con las necesidades del personaje. Definir el peinado idóneo para el personaje requiere de una investigación visual, acompañada con pruebas de cámara que nos aseguren el resultado previsto.
Durante el rodaje del filme es indispensable contar con el personal calificado que lleve a cabo la realización de los peinados y se asegure de reproducirlos eficazmente a lo largo de toda la filmación. En determinadas ocasiones el peinado requiere un tiempo de preparación previo al rodaje, por lo que deberá de ser considerado por el asistente de Dirección en el llamado diario, citando al actor con suficiente antelación.
Por su parte, el maquillaje es también un aliado fundamental para la caracterización de los personajes. Desde su aplicación más sutil, que ayude solamente a evitar los reflejos de las luces en la piel de los actores, hasta las sofisticadas caracterizaciones que generan la transformación del personaje, contar con el apoyo del maquillaje facilita acentuar las características que se buscan resaltar en la historia.
Prever y diseñar el maquillaje de cada personaje es tan importante como cualquier otra área de planeación en la Dirección de Arte, ya que el resultado propuesto incide directamente en la creación de la imagen del personaje. Para ello es muy importante considerar el tono de piel del actor, la forma como la luz afecta las tonalidades del maquillaje empleado y la proximidad que la cámara tendrá con el rostro del actor al momento de registrar las escenas.
Para lograr conservar la continuidad en el peinado y el maquillaje de los actores durante el rodaje, será indispensable retocar constantemente la caracterización creada. En el tiempo entre la filmación de una toma y otra es muy importante que el responsable del maquillaje y peinados revise las condiciones de la caracterización, ya que la actividad propia del rodaje provoca que se modifique paulatinamente a lo largo del día.
A pesar de ser un artificio externo al actor, el maquillaje y el peinado deben de sentirse integrados orgánicamente con el personaje, de forma tan natural que el espectador no los perciba como algo adicional o impuesto artificialmente por encima de las necesidades del relato.
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